lunes, 22 de febrero de 2016

Reseña "Ensayo sobre la Ceguera"


Ensayo sobre la ceguera
En una ciudad sin determinar, un hombre se queda repentinamente ciego cuando espera, al volante de su coche, que el semáforo se ponga en verde.
Ante el pánico de esta persona, un alma caritativa se ofrece a llevarla a su casa. Esta será la segunda persona que se quedará ciega de repente. Así, y a velocidad de crucero, uno a uno, todos los que entran en contacto con alguna de estas personas, se van quedando ciegas.
¿Una epidemia? Nadie sabe nada, pero el pánico se extiende y corre como la pólvora y el gobierno decide aislar a todos estos nuevos ciegos en un edificio lejos del contacto de los no contaminados.
Pero el número de ciegos va creciendo y, con ellos, los problemas. Poco a poco la epidemia se va extendiendo por todo el mundo.
Una única persona, la mujer del oftalmólogo que atendió al primer ciego, no pierde la vista. El médico se queda ciego al día siguiente de atender al paciente y es el que alerta a las autoridades sanitarias.
Cuando vienen para llevárselo al edificio de “concentración”, su mujer decide hacerse pasar por ciega para poder ir con él. A través de ella nosotros veremos todo lo que pasa y viviremos la historia en primera persona, casi como si fuéramos uno de los protagonistas. Protagonistas sin nombre (el primer ciego, el médico, la mujer del médico, la chica de las gafas, el taxista…), peculiaridad –parece ser- bastante frecuente en las novelas de Saramago.
También es muy peculiar en las novelas de Saramago, su forma de escribir, sin apenas signos de puntuación, con los diálogos casi narrado, sin diferenciarse ni destacar del resto del texto. Un poco difícil cuando no estás acostumbrado, pero luego casi no lo notas.
¿Es un ensayo? No, no lo creo. Es una novela, pero cuenta una historia que te hace valorar y pensar, en un principio sobre la ceguera, cómo vivimos ahora y cómo nos cambiaría la vida si de repente fuéramos ciegos y si, para más desgracia –que nunca vienen solas-, todos a nuestros alrededor lo fueran también.
Pero yo creo que más te hace meditar sobre la degradación a la que podemos llegar las personas, cómo podemos cambiar, para bien o para mal, cuando nuestro mundo se derrumba, cuando todo lo que conocemos deja de existir, cuando ya no nos movemos en terreno conocido, indefensos ante todos y ante todo lo que nos sucede, incapaces de adaptarnos a un mundo sin comodidades, sin servicios, sin casa, sin comida, sin agua corriente, sin nada de lo que conocemos, casi en un terreno hostil o, cuando menos, inhóspito ¿Seríamos capaces de empezar nuestra historia, la historia del hombre, desde cero, volver a nuestros inicios? Creo que ni nosotros mismos nos reconoceríamos.

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